Fernando Fazzolari

Exposiciones

Todo Silencio

Galería Álvaro Castagnino

1994

Muestra dedicada a Liliana Maresca,

 

Un principio.

 

 

 

Querida Liliana

 

 

 

A propósito de todo silencio que en otro

 

sentido también es todo ceguera.

 

 

 

Alguna luz ilumina metálicamente las

 

páginas de vidrios de presentes y futuros

 

libros.

 

 

 

Libros inciertos, sin el aliento de los folios al

 

hojearse, sin la caricia simbólica del

 

cuño de plomo en las pupilas, ausentes

 

de todo reposos para el ojo en la letra.

 

 

 

Sepultada la muerte, desfallece la creación,

 

el juego, el tiempo y la memoria; y la

 

catódica luz se extiende hasta la ceguera.

 

 

 

Sólo los dioses saben si alguna forma se

 

ordenará tras ella.

 

 

 

Desde hace tiempo vengo hablando de

 

la peste. Circundados por una ausencia

 

de mirada registramos el horror como

 

un fenómeno de información efímera

 

y el consuelo es la imagen siguiente.

 

 

 

No hay detención. El horror no es realidad,

 

solo imagen y no sucede. El horror no tiene

 

tiempo. Ya fue.

 

 

 

Es descartarle, lamentablemente los

 

protagonistas de ese horror somos

 

nosotros mismo y nos corresponden los

 

mismos atributos de intemporalidad y

 

descartabilidad.

 

 

 

Hemos perdido el cuerpo, extrañamente

 

en el mismo momento en que todo

 

es imagen del cuerpo.

 

 

 

Este malestar, esta angustia, hace que

 

a veces toda expresión no sea más que

 

un epitafio, un hecho arqueológico que

 

en tiempo presente pretenda un registro

 

de esperanza.

 

 

 

Contigo

 

                     Fernando. Fazzolari
 
 _________________________________
 

 

Títulos de las obras

 

 

 

* Tal vez en esta angustia resida la esperanza

 

Brazo

 

 

 

* Al partir dije como tantas otras veces

 

que no sabía nada de la vida

 

Hombre  ahogado

 

 

 

* Abarrotados de objetos, urgidos

 

por un tiempo más rápido que

 

aquel que se nos ha enseñado a

 

medir, presionados por saber

 

como funcionan cosas en

 

general inútiles, saturados de

 

imágenes y textos ya biológicamente

 

invisibles. Pienso que la mejor

 

manera de ilustrarse sería

 

mediante la contemplación de

 

La eternidad
 

*          Un ala de pájaro ciego

            en la noche,

            me roza

 

*          Busco una épica nueva

            Qué impúdica esta muerte

 

*          Y tanto

            intento que

            escribo todas

            las mañanas

            sobre mis huesos

            aquellas palabras

            que me permitan

            vivir en paz.

            Y las releo al atardecer.

 

*          El frío.

            Un bosque talado por un incendio