Fernando Fazzolari

Exposiciones

Un Árbol Rojo

Galería Adriana Indik

1984

UN ARBOL ROJO

 

La actitud de Fernando Fazzolari frente a las Artes Visuales y la nueva figuración puede sintetizarse en el análisis de una sola de sus obras Resultante de la transposición de los modelos de¡ expresionismo dé los años 30 a una época y geógrafa particular.

 

Esa obra: "Donde comen dos revela un despegue respecto de¡ preciosismo de la irnágen y de las depuradas técnicas minimalistas e hiperrealistas en ruptura con toda una orientación de la pintura.

 

Se pueden detectar en su obra la tradición de Kemble, Noé, Deira, Macció o de la Vega por sus juegas con fondos cromáticos difusos, tanto como por la indefinición de algunos de los elementos de¡ cuadro.

 

En esta obra de 1982 que comentamos hay dos platos, cuyos contenidos semejan mandíbulas abiertas, en una transgresión ingeniosa de¡ acto de la comida. Son los alimentos los que están en actitud de espera, como dos pirañas a la expectativa de sus comensales entendidos como bocados sabrosos del menú.

 

"Donde comen dos . . . : es una ironía de frases hechas, una ironía literaria en abierta rebelión contra los estereotipos, lingüísticos; Fazzolari iconiza la frase y la transforma, literalizando su contenido semántica en una imagen carnívora: el que come, no es un comensal humano sino la propia comida amenazante y al acecho, un feroz ser devorador.

 

"Como comidos por la comida" sería la expresión lingüística de esta tela en términos literales y no ya metaf6ricos.

 

Esto que alude inequívocamente a la ausencia de los re- cursos, al hambre, a un sistema de privaciones.- ubica al artista en una postura ligada a la problemática social y a la represen- taci6n de una joven generación que se destaca por la exhalación de los valores subjetivos.

 

En un mismo sentido se destaca la presencia en los dos platos de las fauces de algo interno al organismo, cosa que tiene que ver con la muerte y la. presencia descarnada del hecho de que seremos devorados por nuestra propia voracidad puesta a fuera.

 

Esta visión canibalística que salta de lo grotesco a lo satírico caracterizó a las pinturas que se exhibieron en 1983, en la Galería Arte Nuevo de la Ciudad de Buenos Aires.

 

En la muestra de 1984 en Adriana lndik Galería de Arte, si bien aparecen aún lecturas antropom6rficas se observa la evolución de la imagen en un progresivo reconocimiento del mundo ya que se traslada de la sola alusión anatómica a la detección de la naturaleza en tanto el paisaje apuntando a la recreación de la misma en una suerte de búsqueda del paisaje alojado en la memoria.

 

Para  ello Fazzolari ha estimulado los vínculos con sus, imágenes internas por medio de una suerte de ensueño inducido que le permite arribar a siervos genuinos tanto en lo que hace a su concreción emotiva como a la visión de la misma dónde recurre a una 'manifiesta bidimensionalidad fruto de transponer la visión del objeto - pecho/ madre que regulaba sus obras antropológicas a la naturaleza ahora omnipresente en toda la muestra.

 

El joven y talentoso Fazzolari nos induce por medio de una alucinada gestualidad, sensual y plena a relacionarnos con un ámbito bucólico, por momentos tropical donde la naturaleza se evoca como Un canto a la vida y nos invade, nos recubre como un cuerpo cálido y deseado.

 

Esta muestra tiene además una continuidad, así como existe el paisaje, se intuyen también espacios interiores donde se desarrollan otros dramas, en un ámbito acogedor pero pro- fundamente inquietante por lo manifiesto o sugerido que da pié a una nueva historia, un nuevo argumento,, un futuro signo a ser considerado.

 

Jorge Glusberg

 

Septiembre de 1984